Formar líderes con Proyección en el Campo del Diseño

Partiendo de la premisa que Todos nacemos con Talento; Formar líderes con Resonancia es tal vez, desde mi punto de vista, el desafío de la educación. Uno puede hacer las cosas bien pero también puede hacerlas mejor.

Para ello se necesita del análisis consciente de aquellos aspectos del ser humano que lo hacen distintivo y diferente y en esa diversidad trabajar en la formación de liderazgo pensando como educadores que forman personas con compromiso social, y civismo, que cuiden el medio ambiente y se responsabilicen de la prestación de un servicio.
Ello creará líderes que empiezan a forjar su carácter en base a sus aciertos y errores, al convivir con la crítica que amolda su espíritu y en sus experiencias acompasadas al ritmo de su aprendizaje, verán como sus distintas inteligencias se activan paulatinamente y le revelan el sentido común, fruto del razonamiento, el entendimiento y la afectividad, puestos de manifiesto en su crecimiento y en su lógico desarrollo inter e intra personal.
Generar puentes de energía creativa entre grupos de personas depende en gran medida de la capacidad de liderazgo del que está al frente de un proyecto. Coordinar los distintos estilos de liderazgo es resonancia.

Importa entonces la búsqueda del sueño propio pensado para el bien común; tiene relevancia su visión y la pasión con que crea en lo que hace y obre en consecuencia, quien aspire a liderar un determinado proyecto. Ser capaz de transmitir a sus pares en un clima de entusiasmo, sus vivencias, involucrando las distintas inteligencias y en especial la inteligencia emocional creando resonancia, mejorará la calidad de su mensaje. Un líder con buen humor crea y potencia un buen clima de trabajo y productividad, socializando a los demás.

Tener en cuenta las emociones además de los aspectos técnicos, potencia a los equipos de trabajo y afianza lazos comunicacionales ya que los líderes eficientes que canalizan las distintas inteligencias resultan ser personas más felices que desarrollan mejor no sólo sus labores sino les va mejor en su vida personal.

Reconocer los tipos de liderazgo y cultivar las competencias propias nos ayuda a conducir a los demás.

Es importante tener una visión y aprender a transmitirla, ponerse objetivos nuevos, propios y flexibles a corto o mediano plazo y programar, planificar y cuestionárselos para evaluar nuevas formas de crecimiento personal. Los procesos estimulativos movilizan al Diseñador que se Proyecta con una mirada distinta de la realidad y es el que percibe el cambio y se adelanta, estudia y evoluciona, bucea entre lo ideal y lo real.

El trato cordial, la urbanidad y cortesía permiten relaciones con armonía con convivencias saludables y participación colectiva, enriquecida por el respeto mutuo y el intercambio. Cuando se dialoga y respetan los pensamientos en diversidad, es posible consensuar, se fortalecen las relaciones en el campo intrapersonal ya que las personas aprender a conocerse y valorarse y llegar a acuerdos.

Un buen diseñador debe aprender a visualizar, procesar mentalmente la información y bocetar sus ideas, valiéndose de la autocrítica para mejorar su trabajo.

Los jóvenes notables con características de resonancia, trascienden, porque son capaces de generar el acompañamiento de sus pares en sus proyectos, su voz resuena en los demás y contagia. Generan los puentes que hacíamos mención precedentemente.

Saber interpretar el complejo mundo competitivo, entender la realidad, focalizarse en objetivos, demanda una conexión importante con el entorno, con la observación de los cambios, es preciso entender que el feedback con la gente obedece a una predisposición individual para sortear la barrera de las diferencias raciales, culturales, políticas y sociales, y ese cambio ha de ser verdadero para ser provechoso y valorativo de los logros.

La pregunta es vamos a ver el mundo tal cual es o tomamos una actitud diferente y lo mejoramos.

Aceptar la diversidad y multiplicidad de gustos y placeres nos cuestiona permanentemente la condición creativa. Nutrirse de la cultura de los pueblos y sus usos y costumbres, nos equilibran, permitiéndonos pensar en un mundo global y cercano por las comunicaciones que acortan las distancias.

El fantástico universo del creativo puede verse enriquecido si aflora su inteligencia emocional además de la capacidad técnica adquirida y los proyectos desarrollados que suman experiencia en su evolución profesional. La ventaja de visualizar las acciones en el tiempo, permite una proyección más segura para obrar en consecuencia. Cada uno somos responsables de nuestros propios actos y vivificar la imagen del éxito dependerá en gran parte de cómo accionemos ante la adversidad del camino que hemos elegido.

Imaginar un futuro a mediano y corto plazo es posible, si uno es capaz de encontrar una meta, hallar el camino para recorrerla y analizar al transitarlo, si el punto de equilibrio entre lo deseado y la realidad se ajusta al paradigma de la verdad que deseamos alcanzar.

Cristina Amalia Lopez.

Presidenta de MODELBA – Moda del Bicentenario Argentino – Miembro ALADI